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RELATOS DE TERROR EVD

PARANORMAL


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  • 22. BRUJERÍA PARA MATAR

    14:29
    Acepté gastar el dinero que me pidiera, con tal de desarmar esa brujería. Sabiendo que el muñeco vudú estaba en casa, le di algo de dinero a mi esposa para que saliera con su madre, les prometí una sorpresa. Mi esposa no se vio convencida, pero esta mujer con tal de gastarme el dinero la obligó a aceptar. Cuando salieron, le pedí a Paulita que se quedara en su habitación, mientras que revolví la habitación de mi suegra de arriba a abajo. No encontraba nada en los cajones y ni en ninguno de sus muebles. Era lógico que debería de esconderlo bien. Traté de ponerme en su lugar para que se me ocurriera donde podría esconderlo. Fue que noté algo extraño en su almohada, y encontré la costura rota. Al meter la mano lo encontré. Saqué un muñeco de trapo. Tenía una pequeña soga en su cuello, con un nudo como si fuese a colgarse de la soga. Los cabellos de Paula estaban hechos un mechón e injertados en la zona de la cabeza

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  • 21. NUNCA ROMPAS UNA PROMESA A LA SANTA MUERTE

    12:34
    Muchos prometen ofrendas, otros prometen con acciones. Lo importante es hacerlo con fe, y no abusar de ello. A La Santa Muerte se la venera por lealtad, por fidelidad, por amor. No por conveniencia. Todas estas cosas que les digo pueden que sean obvias. Pero, a pesar de ser evidentes, muchos lo olvidan justo en el momento de actuar. Mejor dicho, muchos lo olvidamos. Dejamos las copas a un lado y comenzamos a besarnos. Poco a poco la temperatura fue elevándose entre nosotros. Pero, algo falló. Y es que no pude activar la situación ahí abajo. Suena cómico que haya pasado eso, pero yo me asusté porque acababa de romper mi promesa. Voy a ser honesto con ustedes. No sé si fue un acto de La Santa Muerte por romper mi promesa, o si fueron mis nervios que provocaron esa situación. Hasta el día de hoy estoy con dudas. Después de la noche más vergonzosa de mi vida me fui a casa con las manos vacías. Hice hambre y no comí, como decía un viejo amigo
  • 20. NUNCA HAGAS AGUA DE CALZON A UNA MUJER

    14:21
    A medida que pasaba el tiempo mi interés se pronunciaba, así que decidí investigar sobre el agua de calzón. Pregunté a algunos conocidos e investigué algo en internet. Confié más en lo que me dijeron las personas de boca a boca. Al tener claro los ingredientes, puse manos en acción.Tomé mi ropa interior y la coloqué en agua hirviendo, luego algunas especias. Prefiero no relevar los ingredientes para no entusiasmar a alguien a hacerlo. Con el agua lista, tenía entendido que no era necesario que la bebería, tan solo era cubrir algún regalo con ella. Así que compré una rosa y la dejé sobre el agua en la olla una vez que esta se enfrió. Cuando todo estaba listo, tomé una ducha, me coloqué perfume, aunque me vestí normal para tampoco llamar mucho la atención, y toqué la puerta de su casa. Ella abrió y se mostró algo sorprendida por mi visita, y le regalé la rosa. Se le escapó una sonrisa entre tímida y vergonzosa. Intercambiamos miradas por un momento, me quedé esperando una respuesta, pero no dijo nada
  • 19. DESCUBRI QUE MI MADRE TRABAJA CON BRUJERÍA

    27:14
    Al terminar con la tarea salimos con mi madre. Subimos al coche y ella suspiró. Me observó sin decirme nada, pensé que había cometido algún error. Ella me preguntó si vi al anciano que estaba en la silla, y le respondí que sí. Al saber la verdad se me heló la sangre. El anciano era un espíritu que guiaba a mi madre. No supe cómo reaccionar, intenté decir alguna palabra, pero mis labios temblaban. Fue cuando ella me recordó su advertencia de antes, de que hay cosas que no tienen vuelta atrás. Nos quedamos unos momentos en el coche mientras esperaba que mis nervios disminuyeran
  • 18. HICE BRUJERÍA A MIS COMPAÑEROS DE TRABAJO

    26:34
    La señora explicó que podía ayudarme a abrir mis caminos, pero, que debía de hacerlo bien. Y, enfrentar las consecuencias. La advertencia me dejó perplejo, le pedí más explicaciones. Ella comentó algo del equilibrio y otras cosas. Les seré sincero, no entendí lo que dijo, yo solo quería mejorar mi situación en mi trabajo, así que no presté atención a nada, y ese fue mi gran error. La señora me pidió nombre y apellido de cada una de las personas que odiaba, y que sentía que estaban en cargos que no les correspondía. Ella me dio tiras de papel, en cada uno anoté los nombres. Luego los cubrió en un extraño aceite aromático, tomó una vasija de barro con algo de carbón, y los prendió fuego. Con el humo del carbón, cubrió cada uno de los papeles. Luego los colocó en un paño rojo y me lo ofreció. No me animé a tomarlo, observé a la señora con temor. Entre tartamudeos pregunté que tenía que hacer. Ella se rio por lo bajo, me hizo sentir tan novato en esos asuntos que no supe cómo responder. Le cuestioné porque no lo hacía ella, y fue que me explicó que una parte la hacía ella, y otra yo. Me dio las indicaciones de todo lo que tenía que hacer, le pagué y me fui
  • 17. MI HERMANO HIZO UN PACTO CON EL DIABLO

    15:12
    Pensé que se trataba de una broma para salir de una incómoda situación. En ese momento supuse que se había metido con las drogas y por eso ganaba tanto dinero. Incluso cuadraba con su estado por estar consumiéndolas. Pero no, no era eso. De verdad hizo un pacto con el diablo. Me explicó que buscó la manera de sostener la familia desde la muerte de nuestro padre y el diablo se le apareció. Le ofreció dinero y comida infinita a cambio de su alma. Su cuenta del banco estaría siempre con dinero, y en cuanto gastara algo la cantidad regresaría como si el gasto nunca hubiera sucedido. Tal y como el refrigerador, comiera lo que comiera, lo que consumiera volvería a aparecer. A todo esto, le pregunté por su estado, y contestó que es el precio por vender su alma. Dice que al vender tu alma la vida se acorta porque se consume más rápido. Ya que, el diablo vive en la tierra otorgando favores a los humanos a cambio de su vitalidad
  • 43. LES HICE BRUJERIA PARA SEPARARLOS

    27:04
    De boca en boca conseguí un brujo con una buena reputación. Aquel sujeto me recibió de brazos abiertos. Con poca información comprendió exactamente qué era lo que quería. Le pedí que los separara, que se odiaran, que perdieran cualquier sentimiento de amor entre ellos, pero sin hacerles daño. El brujo me observó con mirada acusadora.—Si los separas, eventualmente los vas a lastimar —dijo el brujo.Intenté ser más específico con mi pedido. Le expliqué que no quería que se enfermaran o que alguno llegase a perder la vida. Solo separarlos, porque con eso podría volver con Amelia. El brujo liberó una ligera sonrisa, como si lo que yo le dijera fuera una tontería.—Para separarlos precisas un hechizo. Para regresar con ella necesitas un amarre —explicó el brujo.—No es cierto. Si los separo, Amelia volverá conmigo —respondí ofendido.El brujo tiró las cartas para ver mejor el asunto. Sonreía en cada carta que veía.—Amelia te quiere. Pero no te ama. Simplemente, te aprecia —dijo el brujo.—Puedo hacer que me ame si vuelve —dije.El gesto del brujo fue ambiguo.—Puede…—dijo —. Pero podría no hacerlo.—Entonces haga las dos cosas. Sepárelos y haga el amarre —pedí, aunque no se vio convencido