CRIMINALISTA NOCTURNO

Era la tarde del 28 de mayo de 2016 cuando Viktoria Nasykova se comunicó con su amiga Olga Svyk pidiéndole con urgencia sus servicios para ponerse pestañas. Para su suerte, Olga estaba disponible en ese momento. Minutos más tarde, Viktoria llegó a la casa de la esteticista en el barrio Forest Hills, en Nueva York, con una tarta de cheesecake como gesto de agradecimiento. Pero, tras esa aparente normalidad se escondía un plan siniestro que Olga no vio venir. La dejó pasar a su casa, sin saber que la diabólica mujer estaba a punto de ejecutar un plan frío y calculado. 

El 7 de agosto de 2006 la policía llegó a una vivienda ubicada en el número 30 de la calle Catamarca, en la ciudad de San Miguel de Tucumán, Argentina. Allí vivían dos ex novicias, quienes decían dedicar toda su vida a la Fe y al trabajo. Aunque, todos los testimonios las señalaban como las culpables de la desaparición de una conocida suya.Tras horas de búsqueda, los agentes encontraron una salpicadura de sangre en el marco de la puerta del baño. Siguieron indagando y se toparon con otra muestra en la pared de la habitación de las mujeres. También dieron con restos mínimos en el fregadero y en la cañería de la cocina. 

El 20 de agosto del 2019. Una empleada doméstica de nombre Areli Cruz entraba a su lugar de trabajo en el edificio Grand Tower, Colonia Ampliación Granada, en la Ciudad de México.Sobre las 8:20 de la mañana, la mujer ingresó al departamento 203, ubicado en el segundo piso del lujoso complejo de apartamentos, para limpiar las habitaciones. Allí, sus ojos contemplaron lo que menos esperaba encontrar: Laura Ovalle, la inquilina de aquella unidad, yacía sin vida en el suelo. Estaba cubierta con una sábana y vestida únicamente con un pantalón oscuro. Su cabeza presentaba una contusión y había restos hemáticos en el suelo.#criminalistanocturno @criminalistanocturno

El 14 de febrero de 1997, la policía de San Petersburgo cortó el agua del departamento de un sujeto y varios oficiales se hicieron pasar por fontaneros. Al principio, Kuzikov dio excusas para no dejarlos entrar a la casa y, fuera ya del personaje, la policía tuvo que tirar la puerta abajo para pasar de una vez.Por toda la casa, sobre los muebles y en el piso, había una gran cantidad de botellas de Fanta llenas con sangre. En la cocina encontraron un viejo frasco de pepinillos agridulces lleno de orejas y trozos de piel disecadas. Junto con varios miembros cercenados y órganos, además de un ejemplar llamado Man in the Kitchen, un clásico de la cocina soviética. En el balcón, había una olla de aluminio con shashlikis (kebabs rusos) ya armados y ensartados en sus brochetas con cebollas, listos para cocinar. Sorprendentemente, eso era todo lo que quedaba de Edik Vassilevski.

El 12 de mayo del 2024, después de esperar por veinte minutos a que su compañera de trabajo saliera del baño, una empleada de Coppel se encontró con lo que menos se esperaba: la puerta se abrió y salió un hombre joven, con el rostro tapado por una prenda oscura. El joven corrió escaleras abajo y se perdió en la multitud.Extrañada, la empleada asomó la cabeza al interior del baño y una imagen la horrorizó. 

El 24 de febrero de 2022, María Rosa, una ciudadana de Almoloya del Río, Estado de México, atendió el teléfono. Personal de la fiscalía general de Justicia tenía una noticia para darle: habían encontrado los restos de una joven en un basurero de un municipio aledaño. Y las características del cuerpo coincidían con las de su hija.Lefni Neftalí Colín Martínez llevaba 48 horas desaparecida y sus seres queridos habían denunciado su ausencia, pero lo que menos deseaban era recibir aquel llamado.#criminalistanocturno

Era la madrugada del 15 de mayo de 1997. Tres campesinos se encontraban trabajando en un paraje que comunica a los municipios de Tunja y Cómbita, en el departamento de Boyacá en Colombia, cuando vieron unas luces que resaltaban en la oscuridad de la noche. Provenían de un automóvil color blanco, que se detuvo a un costado de la vía. Del mismo, se bajó un hombre que sacó un bulto de la cajuela y lo arrojó hacia los matorrales.Los campesinos intentaron silbarle para llamar su atención, pero el hombre tiró rápidamente una pila de ropa encima y se volvió a subir al vehículo blanco, escapando a gran velocidad.Cuando se acercaron al bulto, descubrieron que se trataba nada más ni nada menos que del cuerpo de una mujer.#criminalistanocturno

Como todas las tardes, Jennifer Soto fue hasta la puerta de la escuela Hunter's Creek para recoger a su hija. Mientras cada uno de sus compañeros de clase iba saliendo, la mujer se preguntó por qué Madeline tardaba tanto. Tenía 13 años y solía ser algo distraída, pero la situación se estaba tornando muy extraña. Cuando el último de los adolescentes abandonó el edificio, Jennifer empezó a preocuparse. Se acercó a una de las maestras y le preguntó si había pasado algo con su hija, que se demoraba tanto para salir. Pero la respuesta la dejó helada: Madeline no había ido a la escuela ese lunes 26 de febrero de 2024. Procurando no estar en pánico, Jennifer intentó rearmar en su cabeza todo lo que había ocurrido esa mañana. #criminalistanocturno

Era la mañana del 27 de enero de 1993. Dos apicultores de aproximadamente 70 años subieron al barranco de la Romana, un paraje montañoso en el término municipal de Tous, ubicado a unos cincuenta kilómetros de Valencia, en España. Su objetivo era revisar unas colmenas de su propiedad, pero jamás se imaginaron con lo que estaban a punto de toparse.Cuando llegaron al borde de una fosa de difícil acceso, vieron algo que los dejó sin aliento. Se trataba de un brazo semienterrado, el cual llevaba un reloj en la muñeca. En aquella fosa había tres cuerpos distintos, envueltos en una alfombra, maniatados y apilados uno encima del otro. Lo que nadie sabía en ese entonces era que estaba por comenzar un tratamiento mediático sensacionalista que seguiría muy directamente todos y cada uno de los detalles de este escabroso caso.