La mañana del miércoles 3 de abril de 1985, tres mujeres de Virginia, Estados Unidos acudieron a la casa del matrimonio Haysom, para una partida de bridge. Pero cuando tocaron la puerta, no recibieron respuesta alguna. También les llamó la atención que, a pesar de ser de día, tuvieran la luz de la entrada encendida y que sus autos estuvieran allí. Decidieron avisar a la policía.Las autoridades se apersonaron rápidamente en la casa de la calle Holcomb Rock, ubicada en el exclusivo barrio de Bedford. Dentro de la enorme estructura de ladrillo y madera, alrededor de unos enormes jardines, se escondía una terrible revelación.
El 29 de diciembre de 1992, un abogado que vivía en Río de Janeiro, Brasil levantó el teléfono para comunicarle a la policía acerca de un presunto robo que había presenciado. No tenía ni la menor idea de que estaba a punto de encender la chispa de lo que se convertiría en uno de los casos más mediáticos del país. Los agentes se dirigieron hacia Barra da Tijuca, en la Zona Oeste de Río de Janeiro, donde había sucedido el supuesto atraco. Allí, encontraron un automóvil estacionado, que al revisar la guantera supieron que pertenecía al esposo de una famosa actriz de telenovelas.